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jueves, 30 de abril de 2015

Rock and Roll Madrid Maratón 2015 - Mi Crónica.

Al fin llegó, mi ansiado Décimo Maratón cuelga ya de mi nuevo medallero en casa. El objetivo principal de este año se ha cumplido y con creces, año tras año más y mejor disfrutado, amplío mi margen de miras y mi visión periférica aumenta percatándome de muchos detalles que en ediciones anteriores del Maratón de mi ciudad me eran ajenos y que ahora voy descubriendo. Y lo mejor de todo es que no serán ni la mitad de los detalles que me queden por descubrir, eso es lo que realmente me apasiona de mi Maratón, el de Madrid.

El Décimo en mis piernas, octavo en Madrid.

El pasado 19 de Enero comenzaba mi camino a la meta de Retiro, debo confesar que desde hace tres años no tenía una preparación como esta, sin molestias, sin lesiones, compaginando más que bien las jornadas laborales y demás asuntos con el plan, etc... En definitiva, había planteado una carrera para disfrutar, sin objetivos claros de marca ninguna, sino acabarla y seguir disfrutando un año más de ella, de mi casa. tal vez mi objetivo real en esta prueba no sea otro que ver cuantas ediciones consecutivas seré capaz de completar y los cronos dejarlos para perfiles más favorables, en fin, que vamos al lío.

El viernes previo a la carrera realizaba mis dos visitas a la Feria del Corredor, una por la mañana a primera hora donde le doy prioridad a recoger el dorsal y saludar a personas queridas en la organización y en los recintos donde se celebra este evento, aunque en esta ocasión también pude compartir parte de la visita con algunos compañeros de trabajo.


Por la tarde, y tras compartir mesa en la comida con la familia y mi nueva compañera de entrenos Naiara @ncrubio79 (con la cual se vislumbran interesantes proyectos) poniamos de nuevo rumbo a la Feria, y en esta ocasión coincidiamos con gran número de amigos en ella.

Sergio y Chema Martínez.
Nuestro querido amigo Sergio se nos unía a la fiesta y le concedía una foto a Chema Martínez que se puso muy pesado para posturear con el Guepardo de la Elipa.

Sergio, un servidor, Chema y Tomás Soria.

Otro ilustre bloguero como Tomás Soria (Tomypeck) nos acompañó esta fantástica tarde.

Los tres mosqueteros y Manu con su estupenda familia.

Manuel (El Cuentakilómetros) no podía faltar a la cita maratoniana.

De nuevo Chema se empeñaba en foto, esta vez con Naiara.
Con Chema volvía a fotografiarme y con la revelación de este primer tramo de año, Naiara. Excelente sorpresa y más de un rodaje bien acompañado con ella y el amiguete Aurelio ;P

También hubo tiempo para adquirir un medallero nuevo que no tardé en instalar en un lugar provilegiado de casa... En esta foto faltan dos medallas, la del Maratón de 2008 que es una pieza para poner en estantería, no es medalla. Y la que estaba por llegar... el ansiado Décimo.



La tarde de lo más entretenida, saludos, risas, anécdotas, volver a contar con la compañía de Sergio... Un pleno, y de postre, casi yéndonos poder saludar a Satur y a Abe del Nunca Correrás Solo, la guinda para el pastel antes de cerrar el día y dar paso al sábado para velar armas.

La víspera es un día de tradiciones, de protocolo, de manías. Una de ellas es salir a rodar muy suave, unos pocos kilómetros para sacudir el nervio de las piernas y respirar el ambiente, liberarse de los nervios, o eso se intenta, y que mejor que salir con Isa, mi Staff Técnico Oficial de carrera para regularme el ritmo.

Y como no, al finalizar los 35 minutillos de rodaje tocaba estirar y ver la pasmosa flexibilidad con la que mi Staff está dotado.

Estremecedor documento gráfico.
La otra tradición es la de salir a dar un paseo y ver como se dan los trabajos de instalación del arco de Meta y demás bártulos que formarán parte del decorado final de la carrera en El Retiro.

Ensayando postureo.
Y por fin, el ansiado día llegaba, 6:00 AM timbrazo del despertador y a ponerse en marcha.
Para empezar vistazo a la calle contemplando un intenso aguacero que se hacía dueño y señor de la ciudad, terminaba confirmando nada más lavarme la cara al levantarme que esta carrera iba  a estar rodeada de una épica especial, no podía ser de otra forma. Revisaba indumentaria, todo ceñido, los calcetines iban a ser los utilizados en el Camino de Santiago,, son como un guante, muy ligeros y no se mueven lo más mínimo, perfectos, porque al empaparse no se bajarían ni añadirían un lastre a mis pies, prueba de fuego para ellos que nunca han sufrido de ampollas al mojarse pero que tampoco han estado tanto tiempo expuestos a lo que se avecinaba.

El desayuno completo, cuatro tostadas con mermelada y café con leche de soja, terminamos de preparar la mochila y ponemos rumbo a Correos.

La hora previa de la carrera pasa como un suspiro, saludando a amigos del blog, Twitter y demás, una tradición que espero dure muchos años más, es parte de la fiesta, por qué no, también se trabaja duro durante 14 semanas para llegar a esas fotos con amigos cargado de confianza y motivación.





Y después llegó la Grande, a las 9:00 de la mañana pusimos rumbo los últimos 42,195 km que ponían colofón a casi 800 de preparación y que la lluvia, muy lejos de empañarlos, engrandeció y dió un tono gris de épica digno de una película de aventuras.

El comienzo de carrera lo planteé para seguir un ritmo en torno a las 4 horas más que nada para que me diera la comodidad suficiente para poder quedar en tres puntos pactados con amigos y familia y como la puntualidad es uno de mis puntos fuertes pude disfrutar de sus ánimos a las horas pactadas, en el km 13, en el 19 con mi Staff, Isa y David y de nuevo con ellos en el km 34, ahí, donde pica, en lo alto de la calle Segovia y donde termina la carrera y comienza el Maratón.

Saliendo de la CdC, cortesía de Miguel.
Tocando el cielo con los diez dedos.

Siempre digo lo mismo, el apoyo en casa es fundamental para alcanzar una meta de estas dimensiones con solvencia, pero es que nunca me cansaré de decir en cada crónica de Maratón que tengo en casa dos personas con una paciencia infinita y una colaboración absoluta en todos y cada uno de los Maratones que he realizado, para ellos Isa y David la mayor de mi gratitud tanto por la paciencia como por esas largas esperas en carrera mojándose y, por qué no decirlo, preocupándose porque todo me esté saliendo bien y animando con todas sus fuerzas cuando me ven aparecer desde el horizonte (esta edición se me veía bastante bien XD).

Tampoco puedo olvidarme de amigos que han compartido kilómetros conmigo durante la preparación, Naiara, Nacho, Aurelio, Juan Carlos, Alicia... A todos ellos, muchas gracias, por soportar en muchas ocasiones mis pensamientos en voz alta o mis batallitas de abuelo cebolleta sobre esta distancia... Sólo puedo demostraros mi gratitud y deciros que cuento con vosotros para la siguiente, porque la fiesta debe de continuar.

Y por supuesto, mención aparte para los Drinking Runners y su equipo de Cheerleaders liderados por Alberto Barrantes y Pablo Carmenado que, tanto en el kilómetro 14 como en el 39 utilizaban su megáfono como paraguas para darnos con sus ánimos el último empujón hacia la gloria, sois muy grandes, y lo sabéis!!


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